Monasterio de Santa Paula (Sevilla)

Visita al Monasterio de Santa Paula (Sevilla)

Taller “Conocer Sevilla”

Fecha de la visita: 24-02-2010

Fecha 2ª visita: 25-01-2012

Fecha 3ª visita: 17-12-2013

 

Situación: C/ Santa Paula nr 11, 41003-Sevilla

Pertenece a la congregación de Jerónimas, orden fundada por San Jerónimo y Santa Paula en el siglo IV. Los fines son la oración y como actividades complementarias tienen talleres litúrgico, bordado, ganchillo, repostería, confección de niño pequeño, aparte del mantenimiento del museo conventual. El edificio está contemplado dentro del Conjunto Histórico de Sevilla desde 1964 y considerado monumento histórico desde 1983.

           

Doña Ana de Santillán y Guzmán dama sevillana tras enviudar, había ingresado en San Juan de la Palma. En su retiro concibió la creación de un monasterio de clausura para la orden jerónima y a tal fin compró a los monjes jerónimos de Buenavista varias casas próximas a la parroquia de San Román. Unidas a la que ya poseía, pidió bula de erección a Paulo II y se la concedió Sixto IV el 27 de enero de 1473. Dos años después recibió con sus compañeras el hábito albipardo, llegando a profesar como priora perpetua. El templo se termino de construir en 1489. Hacia 1493, Doña Isabel Enríquez vino a Sevilla y propició la construcción de la iglesia, adquiriendo el derecho de ser sepultados ella y su familia en la Capilla Mayor. Tiene en los laterales del presbiterio los sepulcros de los marqueses de Montemayor (1592).

El Monasterio se dedicó a Paula Romana (de ahí viene el nombre), la penitente discípula de San Jerónimo, descendiente de los Escipiones y los Gracos.

La revolución francesa despojó al convento de numerosas obras de arte, expoliadas y actualmente distribuidas por el mundo, caso de pinturas de Alonso Cano. Artísticamente el convento es muy rico en obras escultóricas y arquitectónicas, pudiéndose destacar el magnífico retablo mayor de la iglesia del insigne Fernando de Medinilla; el retablo de San Juan Evangelista de Alonso Cano, siendo la imagen de Martínez Montañés; el retablo de San Juan Bautista, obra de Felipe de Rivas, y la imagen de San Juan, también de Martínez Montañés

Este monasterio presenta fachada de estilo gótico, mudéjar y renacentista de principios de siglo XVI, formada por una sencilla portada de ladrillo con arco conopial de baquetones y decorada por ángeles y cartelas góticas realizadas por Pedro Millán, cerámicas de Niculoso Pisano y Andrea della Robbia.

Posee casa museo que expone al público obras de arte antes relegadas en la clausura con importantes piezas como una tabla del “Calvario” del siglo XVI, “La Sagrada Familia” del siglo XVII, escultura del “Niño Jesús y de San Juan niño”, ect… y numerosas elementos de orfebrería como una patena del siglo XV, un cáliz del siglo XVI y ostensorio de finales del siglo XVIII.La muestra está dispuesta en tres salas .En la primera sala podemos ver los mejores ornamentos



del convento
así como sus miniados, sus encajes, sus candorosos Niños Jesús y sus nacimientos.
En la segunda podemos admirar la cubierta conformada por un gran y espléndido artesonado mudéjar de la primitiva iglesia conventual. Allí se podrá contemplar un señorial locutorio que, a ambos lados de la gran reja de forja, ofrecerá toda una exposición del siglo XVII: bellísimos armarios, arcones y tacas, y sobre ellos cuadros pertenecientes a las escuelas sevillana, madrileña y valenciana. También un Crucificado mejicano y un inmenso Nacimiento realizado por Ribera
.
Desde las ventanas enrejadas de esta sala podrá admirarse todo el claustro principal, de principios del XVII, con sus luminosas arcadas blancas, apoyadas sobre columnas de mármol, con sus zócalos multicolores de azulejería sevillana de hacia 1615, y con esa escalera palatina rematada en su doble arco donde luce espléndidamente un Cristo del Amor entre faroles. Todo este recinto abierto se ve coronado por la espadaña. El coro alto, lugar donde finaliza el recorrido del museo, está cubierto por un artesonado mudéjar realizado por Diego López de Arenas.

Se accede al templo a través de un compás con portada de ladrillo del siglo XVI rematada con azulejo de Santa Paula del siglo XIX.

Templo de una sola nave cubierto por artesanado con tirantes obra de Diego López de Arenas (1623). Su interior se decora con zócalo de azulejos y arcosolios. La capilla mayor se cubre por bóveda con nervadura decorada y arco sostenido sobre pilastras.

La portada del templo es obra de Niculoso Pisano y de Pedro Millán quien realizó los adornos circulares rehundidos en la rosca del arco que representan a “Santa Elena, San Antonio de Padua con San Buenaventura, San Pedro con San Pablo, San Roque con San Sebastián, San Cosme con San Damián y Santa Rosa de Viterbo”. En el centro de todos, «la Natividad”, obra de Andrea della Robbia. Niculoso Pisano remató la portada con querubines, azulejos y escudo real con yugo y flechas rodeados de grutescos.

El retablo mayor (1730) es obra de José Fernando de Medinilla presidido por «Santa Paula » obra atribuida a Andrés de Ocampa de finales del siglo XVI. La acompañan imagen de la “Inmaculada”, relieve de “San Jerónimo” y esculturas de “San José con el Niño”, “San Blas”, “San Antonio de Padua” y “San Agustín”.

Destacan los zócalos realizados con la técnica de la cuerda seca, que revisten la capilla mayor junto con el escudo elaborado con la misma técnica que adorna el sepulcro de D. León Enriquez. La imagen de Santa Paula se atribuye a Andrés de Ocampo de finales del siglo XVI y podría proceder de antiguo retablo.

Retablo de «San Juan Bautista» obra de Felipe de Rivas (1637) presidido por imagen titular realizada por Martínez Montañés, flanqueado por “Santa Ana” y “Santa Isabel”, y sobre ellas, ángeles con las cabezas de las dos Virtudes y Bautista. En el ático, “El Bautismo”, obra de Felipe de Rivas.

Retablo de “San Juan Evangelista” obra de Alonso Cano (1635). Se encuentra presidido por imagen titular obra de Martínez Montañés acompañado por pinturas de “Santa Catalina de Siena” y “San Antonio de Padua”.

Retablo del “Stmo. Cristo” fechado en 1635 presidido por “Crucificado” de finales del siglo XV.

Mencionar pinturas de «Santa Paula» que representan escenas de su vida realizadas por Domingo Martínez (1730), dos ángeles lampareros de Bartolomé García (1730), «La disputa de San Jerónimo» de Francisco Herrera, la escultura de «la Virgen del Carmen» de Juan Correa y los lienzos de Domingo Martines.

La biblioteca del convento (1944), hace las veces de taller donde se redacta y maqueta una revista distribuida entr elos conventos de clausura de habla hispana. Igualmente hay que destacar que este convento fue pionero en Sevilla en adaptar parte de sus dependencias como Museo.

Para ver todas las fotos (56) de la visita pincha aqui.

Real Alcázar de Sevilla

Visita al RealAlcázar de Sevilla

Taller "Conocer Sevilla"
Fecha visita: 17-02-2010

-Dos horas de recorrido por los reales Alcázares de Sevilla después de la última reforma. Entramoss por la puerta del León

El origen del Alcázar, lo podemos situar en la época del primer Califa andaluz Abd al-Rahman III, quien sobre un antiguo asentamiento romano y más tarde visigodo, extramuros de la ciudad, donde al parecer estuvo la basílica de San Vicente Mártir y fuera enterrado San Isidoro, decide edificar su Alcázar en el año 913 de nuestra era, después de la revuelta contra el gobierno de Córdoba.
El recinto de "Dar Al-Imara" (Casa del Gobernador) dispuso de planta sensiblemente rectangular con unas dimensiones de 120 x 180 m, de cuyos lienzos pétreos aún quedan importantes paños.

Exposición «Visiones de Don Juan»

Visiones de Don Juan

 

Taller “Conocer Sevilla”

Fecha de la visita: 10-02-2010

 

Lugar: Sala Santa Inés, c/ Doña Maria Coronel 5, Sevilla

Horario: de martes a sábado de 10:30 a 14:00 horas y de 17:30 a 21:00 horas. Domingos y festivos de 10:30 a 14:00 horas.

 

La exposición “Visiones de Don Juan” podrá visitarse hasta el 14 de febrero de 2010.

La muestra es la última actividad del ciclo Mitos de Sevilla, que viene celebrándose desde el año 2007 para analizar personajes cuyas raíces u otras vinculaciones los sitúan en nuestra ciudad.

El Instituto de la Cultura y las Artes del Ayuntamiento de Sevilla (ICAS), la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales (SECC), y la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía han organizado la exposición Visiones de Don Juan, que reúne cerca de trescientas piezas que analizan por primera vez en profundidad la figura del arquetipo español con la intención de recuperar al burlador original de Tirso de Molina: sus raíces y las de su autor, el contexto histórico de ambos y la asimilación de su leyenda.

José Manuel Rodríguez Gordillo y Luis F. Martínez Montiel son los comisarios de esta muestra que recorre también las diferentes vidas que tantos creadores han dado a Don Juan en los últimos siglos en distintas disciplinas artísticas como pintura, escultura, música, escenografía, danza…

Don Juan es un personaje creado por Tirso de Molina en las primeras décadas del siglo XVII; personaje sevillano, enraizado en tradiciones medievales también hispalenses, pero con una ejecutoria que quiso plasmar la atmósfera de crisis político-social y la tensión religiosa en la plenitud del Barroco. Hoy día el ‘Burlador de Sevilla’ se ha convertido en un mito universal que, junto con el Quijote, constituyen la esencia de lo español. De la vigencia del mito puede dar muestra el hecho de que a mediados del siglo XX, año 1959, se contabilizaron cerca de 500 reencarnaciones e interpretaciones del personaje, y a final de esa centuria, se llega a una cifra próxima a las 2.000.

En este proceso espectacular y sin precedentes, Don Juan ha perdido una parte de sus señas de identidad, de su carga moral. De la mano de Molière, Mozart-Da Monte, Zamora, Byron, Dumas, Pushkin, Goldoni, Hoffman y tantos otros, se le han otorgado nuevos orígenes y diversas patrias; se fue olvidando el fondo teológico y se enalteció con particular desmesura su sentido erótico, libertino y transgresor, desvaneciéndose el arquetipo de burlador en su origen. El primer apartado de la exposición recrea la Sevilla emergente del siglo XIV bajo los reinados de Alfonso XI y Pedro I el Cruel, ámbito del linaje de los Tenorio; así como la Sevilla barroca del siglo XVII, convertida en puerto hacia el Nuevo Mundo, con sus esplendores; y va planteando escenario y filosofía, un clima que respiró José Zorrilla cuando en el siglo XIX escribió su "Don Juan Tenorio".

La exposición no solo traza la historia de un personaje universal sino la realidad sevillana desde el postrer Medievo hasta el Romanticismo.

Visita a la Basilica del Gran Poder (Sevilla)

Visita a la Basilica y Tesoro del Gran Poder (Sevilla)

Taller “Conocer Sevilla”

Fecha de la Visita: 03-02-2010

A las 1100h quedamos en la puerta de la Basílica, en la
Plaza de San Lorenzo, y el conciliario de juventud de la Hermandad  nos da la bienvenida y desde la entrada
comienza a explicarnos un poco de la historia y construcción de la Basílica.
Después pasamos al interior y nos habla sobre la cúpula (parecida un poco a la
de San Pedro en Roma) y sobre las tallas del altar, la de jesús del Gran Poder,
San Juan y la Virgen.

Pasamos a continuación al besamanos del Gran Poder, y a
continuación nos muestra una pequeña capilla interior en cuyo lateral se
encuentra un pasillo con un columbario a la derecha y un gran azulejo del
Cristo a la izquierda. Al paso hacia la pequeña capilla vemos una talla del
beato … de Cádiz y otra del Cardenal Spínola.

        

  Posteriormente nos
trasladamos a la calle Hernán Cortés dónde se encuentra la Casa-Hermandad y
dónde nos muestra el “Tesoro” de la Hermandad. Hay una especie de zaguan a la
entrada con una escalera para subir a la planta superior dónde se encuentra una
sala de reuniones y conferencias, y en la planta baja después de atravesar una
gran puerta nos encontramos una gran Sala con el paso de Cristo (obra de Ruiz
Gijón del siglo XVII y el más antiguo de cuantos se conservan en nuestra
ciudad, tal y como procesiona en la Madrugada del Viernes Santo. En su
delantera, una pequeña mesa–vitrina contiene diversos enseres y documentos
históricos de gran valor como el  original de la Novena del Beato Diego


antiguos Libros de Reglas.) en el centro, y cuatro grandes vitrinas a
la derecha
La vitrina número 1 
contiene, junto a los cuatro ciriales y bocinas que figuran junto al paso del
Señor en la estación de penitencia, dos de las más importantes túnicas bordadas
de las que posee el Señor, flanqueando una túnica morada lisa, de las que
conforman la habitual iconografía. A su derecha según se mira, la llamada
Túnica de los Cardos, obra de las Hermanas Antúnez en 1881, bordada en oro a
realce sobre terciopelo granate, considerada como pieza fundamental del bordado
decimonónico. A su izquierda, la túnica más antigua del patrimonio de la
Hermandad, conocida como Túnica de la Corona de Espinas, bordada en oro a
realce sobre terciopelo morado  en 1857. Completan esta vitrina unas
potencias del Señor, en oro de ley y amatistas, conocidas como “las mejicanas”,
así como uno de los cíngulos en hilo de oro que posee el Señor

     

La vitrina número 2  está
presidida por la Cruz de Guía de la Cofradía, obra del mismo autor que el paso
del Señor, Ruiz Gijón, tallada en madera y dorada, y que incorpora todos los
atributos de la Pasión. Es flanqueada por los dos faroles en plata de ley
dorada que le acompañan en la Estación de Penitencia, hechos a semejanza de los
del paso del Señor, y la rematan dos de las cuatro bocinas que acompañan al
paso de palio el Viernes Santo
. Se completa esta vitrina con
las restantes túnicas bordadas del Señor: a la derecha, la conocida como Túnica
Persa, bordada por Juan Manuel Rodríguez Ojeda en 1908, en oro sobre terciopelo
granate, de traza neomudejar, y que es la que habitualmente suele lucir el
Señor para la celebración de su Quinario; y a la izquierda, la llamada Túnica
de la Guardilla, obra de María Teresa de Faguas en 19
27.

Se exponen finalmente a los pies de la vitrina, tres
diferentes juegos de potencias del Señor: en el centro, las potencias de
salida, en oro de ley con zafiros que reproducen el anagrama JHS. A la derecha,
unas potencias de camarín en plata dorada, que incorporan el mismo anagrama en
el centro de sus tondos; y a la izquierda, las conocidas como “cordobesas”,
delicadísima obra de orfebrería con piedras engastadas. Además, en pequeño
estuche se muestra la Medalla de Oro de la Ciudad, concedida a la Imagen del
Señor del Gran Poder en 1995 mediante acuerdo del Pleno Municipal

En la vitrina número
3
  se exponen distintos enseres de la cofradía y de cultos: los dos
relicarios de los Beatos Fray Diego José de Cádiz y Marcelo Spínola,
acompañados de sus correspondientes faroles de mano en plata de ley, hechos
también a semejanza de los del Señor; en el centro, el Senatus, bordado en oro
sobre terciopelo granate por Juan Manuel Rodríguez Ojeda en 1908.

A sus
lados, el Guión conmemorativo de la Concesión de la Medalla de Oro de la ciudad
a la imagen del Señor del Gran Poder, y el Guión conmemorativo de la Carta
Hermandad con la Orden Menor de los Hermanos Capuchinos.

Entre
los enseres de culto, destacar sendos atriles en plata de ley, así como
diversos cálices y copones en el mismo noble metal, resaltando el ofrendado por
la Hermandad de la Macarena con motivo de la inauguración en 1965 del Templo
dedicado al Señor del Gran Poder

La vitrina número 4 se dedica a exposición del manto azul de salida
de Nuestra Señora del Mayor Dolor y Traspaso, obra de los talleres de Fernández
y Enríquez en 1991, según diseño de Antonio Garduño Navas, bordado en oro sobre
terciopelo azul. Figura igualmente en dicha vitrina una saya azul bordada en
oro que sigue las mismas trazas que el manto, diseño y obra de los mismos
autores.

Completa esta exposición el
estandarte de la Hermandad, bordado por Esperanza Elena Caro en oro sobre
terciopelo morado. Lleva prendida la Medalla de Oro de la Hermandad del Dulce
Nombre, otorgada a la nuestra por dicha Corporación.

   

Frente a la vitrina número 4 y al otro lado del paso de
palio de María Santísima del Mayor Dolor y Traspaso, se encuentra la cruz de
salida del Señor del Gran Poder, con casquetes mejicanos de 1954, en oro de ley
y amatistas, verdadera obra de filigrana

 

La vitrina número 5 
es presidida por el Simpecado, obra de Juan Manuel Rodríguez Ojeda en 1908,
flanqueado por sus dos faroles de acompañamiento en plata de ley. Completan la
vitrina distintas sacras en plata de ley, así como algunas de las prendas del
ajuar de la Santísima Virgen y San Juan: saya granate de Juan Manuel Rodríguez
Ojeda, manto liso de camarín, toca de sobre-manto y corona de camarín, obra
reciente en plata dorada debida a Orfebrería Triana. Un mantolín de San Juan
Evangelista cierra esta vitrina por su lado izquierdo.

 

La última vitrina,
número 6
, expone otras insignias de la Cofradía (Bandera Negra y Banderín
de la Bolsa de Caridad), pértiga, ciriales e incensarios que acompañan al paso
de palio, y la preside una túnica y mantolín de salida de San Juan Evangelista,
bordados en oro sobre terciopelo verde y granate, respectivamente, por Juan
Manuel Rodríguez Ojeda en 1904 así como el nimbo de salida del mismo, en plata
de ley dorada.

A ambos
lados, sendas sayas y mantos de camarín de la Virgen, entre las que merece
destacar la conocida como Saya de los Cardos, y una de las más antiguas de
cuantas prendas de bordado posee su ajuar.

 

 y en el fondo,
dentro de una gran vitrina de cristal el paso de palio de María Santísima del
Mayor Dolor y Traspaso, magnífica obra de la orfebrería y el bordado sevillanos
que puede contemplarse igualmente tal y como procesiona con toda su candelería
y un gran manto bordado.

 

 

 

 

Visita a la Catedral de Sevilla (2) 27-01-2010

Visita  a la Catedral de Sevilla (2)

Taller "Conocer Sevilla"
Fecha de la Visita: 27-01-2010