Exposición «El joven Murillo»

Exposición: "EL JOVEN MURILLO"

Taller “Conocer Sevilla”

Fecha de la visita: 10-03-2010

Lugar: Museo de Bellas Artes de Sevilla

EXPOSICIÓN TEMPORAL. Del 20 de febrero al 30 de mayo de 2010

La exposición el “Joven Murillo” analiza la actividad artística del pintor sevillano Bartolomé Esteban Murillo (1617-1682) en los primeros años de producción, es decir en el periodo situado entre 1638-40 y 1650-53.
Es la primera vez que se celebra en Sevilla una exposición sobre Murillo de gran alcance por lo que ésta constituye lo que puede ser también un gran acontecimiento a nivel público.
Antes de su llegada a Sevilla, la muestra se ha expuesto en el Museo de Bellas Artes de Bilbao, en otoño de 2009.

La exposición explora la producción de los casi veinte primeros años del pintor sevillano a través de 40 pinturas seleccionadas entre los museos y colecciones de todo el mundo. El recorrido de la muestra se estructura en varios apartados donde las pinturas expuestas ayudan a definir los principales rasgos de la obra del pintor durante ese period obras juveniles, la serie del Claustro Chico del Convento de san Francisco, pinturas de género que manifiestan su preocupación social, pinturas monumentales, el tema de la Virgen con Niño, las iconografías de la Magdalena y San Jerónimo. Además, la exposición  presenta extensa información sobre la evolución técnica del pintor.

La imagen más difundida de Murillo y su obra es la que se corresponde con su etapa de madurez, cuando el llamado por Ceán Bermúdez “estilo vaporoso” queda formulado con evidencia. Pero ya en las obras de juventud del pintor se muestran claramente todos los elementos constitutivos de su personal modo de entender los temas religiosos, entre ellos la intensa presencia humana de los personajes. Estas obras de juventud, aún sin haber gozado de tanta estimación ni ser tan populares como su obra de madurez, son sin embargo tan enérgicas, sólidas y personales como las que realiza más adelante.

Murillo se incorpora a la escena artística sevillana a finales de la década de 1630, recién terminada su formación en el taller del pintor Juan del Castillo. En ese momento Francisco de Zurbarán era el pintor más respetado en la ciudad, al que fue suplantando como primero entre los pintores de obra religiosa al ir cosechando sus primeros éxitos profesionales.  En esta primera época su obra se caracteriza por un estilo tenebrista y naturalista con influencias de autores de la generación anterior como Zurbarán y José de Ribera.

En las primeras obras documentadas se puede ver la huella de Juan del Castillo, especialmente en la que es considerada su obra más antigua, La Virgen entregando el Rosario a Santo Domingo (Palacio Arzobispal, Sevilla), pintada en torno a 1638-40.

Por otra parte, la influencia de Francisco de Zurbarán será decisiva en la ejecución del primer encargo importante que recibe de una orden religiosa: el ciclo de trece lienzos de gran formato destinados al Claustro Chico del convento de San Francisco. Algunos de estos lienzos como San Francisco confortado por el ángel  (Academia de San Fernando, Madrid), San Diego en éxtasis ante la Cruz (Musée des Agustins de Toulouse) y San Salvador de Horta y el inquisidor de Aragón (Musée Bonat, Bayona). podrán ser vistos de nuevo juntos gracias a esta exposición.

Con Niño espulgándose, (Musée du Louvre, París) y Dos muchachos comiendo melón y uvas, (Alte Pinakothek, Munich), se inicia en la pintura de género, Por lo demás, en su obra religiosa se alternan escenas de la infancia de Cristo, como la Huida a Egipto, de la que podremos contemplar dos versiones procedentes del Palazzo Bianco de Génova y del Detroit Institute of Art respectivamente., tratadas con el mismo tono sencillo y doméstico de las escenas de género, con imágenes más idealizadas de la Virgen y el Niño como La Virgen del Rosario del Musée Goya de Castres.

En la década de los 50 realiza simultáneamente imágenes de devoción, sobretodo Vírgenes con Niño, utilizando un lenguaje claroscurista  con el inicio de un relativo interés por la obra de Ribera y su naturalismo patente en obras que representan a   figuras de varones, como San Jerónimo (Museo de Bellas Artes de Sevilla y Museo del Prado), San Francisco (Catedral de Amberes y Museo de Bellas Artes de Sevilla), San Antonio de Padua (Birmingham Museums Art Gallery), San Lesmes (Museo de Bellas Artes de Bilbao) o a figuras femeninas  como la Magdalena Penitente (Colección Arango y Nacional Gallery of Ireland, Dublín), la Sagrada Familia del Pajarito (Museo del Prado), San Agustín y Cristo peregrino (Museo de Bellas Artes de Valencia) o la Santa Catalina (Colección Focus Abengoa), todas ellas en la exposición.

La exposición cierra con la Inmaculada con Fray Juan de Quirós, ca. 1653 (Palacio Arzobispal de Sevilla), que inaugura lo que serán las imágenes más habituales del pintor.

Esta muestra constituye una oportunidad única por varios motivos. En primer lugar, nos permitirá conocer y profundizar en la etapa inicial de la producción pictórica de Murillo. Por su influencia en las siguientes generaciones de pintores de la escuela hispalense, y por la influencia que a su vez ejerció Sevilla sobre su obra, el Museo de Bellas Artes es un marco excepcional para acoger la exposición. Así mismo, se podrá prolongar la visita y conocer otras obras de la colección permanente del museo que conserva y expone lo mejor de Murillo.

Para ver todas las obras de la exposición pincha aquí

 

 

Iglesia de San Juan de la Palma (Sevilla)

Taller “Conocer Sevilla”

Fecha visita: 6-05-2010

      Como ocurre con muchos templos sevillanos que se edificaron en tiempos de San Fernando, el origen de esta iglesia es el «reciclado» de una antigua mezquita en un templo cristiano. Se sabe que la «assumúa» de la mezquita la mandó construir la madre de Arraxid Abú-L-Hoseyn, y se terminó en la luna de Xaaban del año 478 (1.088 D.C). En el siglo XIV paso a ser un templo gótico-mudejar. De ese edificio solo se conservan restos en la portada a los pies, en el arranque de la torre y la bóveda de la Capilla Sacramental. La portada ojival data de 1420, cuando fue contratada su construcción con los maestros canteros Juan Rodríguez de Lebrija y Martín Martínez. Es de mencionar que el templo fue restaurado a través de los siglos, especialmente en el XVII y XVIII. Y que en 1936, aunque no llegó a ser quemado si sufrió grandes daños, ya que fueron destrozados el Retablo de San Antonio (del circulo de Rivas), un San Cristobal (de la escuela de Martínez Montañés), la Virgen del Rosario (de Roque Balduque), un Calvario (de Pedro de Campaña) y la Virgen de las Maravillas (de Hita del Castillo).

     Hay que mencionar que esta iglesia en antaño fue parroquia, pero hoy en día es una iglesia filial de la de San Pedro.

   Antes de describir el interior del templo y sus tesoros artísticos, hablemos brevemente sobre la portada, que se encuentra tras un pequeño compás cerrado por una verja. «Se sostiene por medio de baquetones que se levantan hasta la línea de imposta, la cual se encuentra con ornamentación  vegetal. Posteriormente se proyectan por medio de arquivoltas apuntadas, sin decoración excepto al exterior que tiene puntas de diamante. En la clave se abre una hornacina avenerada, actualmente vacia, y rematada por un doselete. Lo mismo les acontece a las hornacinas laterales. La portada se culmina por medio de un tejaroz, sustentado por canecillos zomorficos. El resto de la fachada es un gran lienzo, en cuyo centro hay un oculo con vidriera enmarcada por azulejería, culminando la portada floreros de cerámica».

En el año, 2004, la hermandad colocó un retablo cerámico conmemorativo de la canonización de Santa Angela de la Cruz el 4 de Mayo del 2003. Ese retablo se encuentra dentro del compas de entrada a la iglesia antes mencionado. Fue pintado por Alfonso Carlos Orce Villar, y ejecutado en un taller particular. En el retablo reza la siguiente inscripción: «La Hermandad de la Amargura a su titular Santa Angela de la Cruz, Canonizada en Madrid el 4 de Mayo de 2003 por S.S Juan Pablo II.»

Continuando con el exterior del edificio, en este lado de la calle Feria donde se halla la portada que acabamos de describir, se encuentra un retablo cerámico de Nuestro Padre Jesús del Silencio en el Desprecio de Herodes, que fue allí puesto en 1996 por motivos de III Centenario de de la Fundación de la Hermandad. El retablo es obra de Alfonso Orce Villar, y se colocó en el edificio el 22 de Marzo de 1996. Al lado del retablo la hermandad tenía previsto colocar unos faroles de cerrajería artística diseñados por el mismo autor del retablo, inspirados en los faroles de la cruz de guía de la hermandad. pero hasta la fecha no se ha realizado. También en la calle Feria se encuentra una ventana en el que se puede observar la imagen del Santísimo Cristo de los Afligidos, en el que se ve un Cristo sentado con túnica y corona tras ser azotado, advocación procedente del desaparecido Convento de Regina Angelorum; aunque la imagen es moderna, obra de José Merino Román que hizo para reemplazar a otra que se perdió en 1936.

En la Plaza de San Juan de la Palma se encuentra una gran puerta adintelada por la que se accede a la nave de la Epístola, y que es por donde la hermandad sale para hacer su estación de penitencia. Sobre el dintel de la puerta se haya un lienzo cerámico en el que hay inscrita una leyenda, rezando lo siguiente:

«NON SURREXIT INTER NATOS MULIERUM
MAIOR JOANNE BAPTISTA. Math. XI»
(No surgió entre los nacidos de mujer, mayor que Juan Bautista)

Al lado izquierdo de este portalón, en el 2006, la Hermandad de Nuestra Señora de Montemayor (que como veremos reside también en esta iglesia) colocó un retablo conmemorativo del 50 aniversario de la Hermandad. En el retablo reza la siguiente leyenda «Ntra. Sra. de Montemayor. Patrona de Moguer. 50 Aniversario 1956-2006». El retablo está pintado por Alfonso Carlos Orce Villar, y fue ejecutado en un taller particular de Sevilla.

En el lienzo de pared al otro lado del  portalón se encuentra un retablito cerámico de Nuestra Señora de la Cabeza, patrona de Andújar, Jaén. Esta virgen, como veremos mas adelante, tiene una capilla propia con retablo, en torno a la cual hay erigida una hermandad. El retablo cerámico representa el momento en el que la virgen se le aparece según la tradición el 12 de Agosto de 1227 al pastor Juan Alonso de Rivas.
En el mismo lienzo del muro, se encuentra otro retablo cerámico, esta vez de las Animas del Purgatorio, que data de 1918, pintado por Pedro Borrego Bocanegra, y ejecutado por la fábrica de Ramos Rejano. Sevilla. Estilisticamente es una «copia» o mejor dicho esta inspirado en el retablo de las ánimas que hay en el interior de la iglesia), siendo así mismo de composición similar al retablo cerámico de ánimas que hay en la Iglesia de San Pedro.

En el exterior del templo en la calle Viriato, hay otro retablo cerámico, esta vez representando a la Virgen de la Amargura acompañada por San Juan. Este retablo data de 1917, fue realizado en el taller «La Bética», y fue pintado y donado a la hermandad por D. Manuel de la Lastra y Liendo, Marqués de Benamejí, teniendo el retablo esta leyenda: «El Marques de Benameji pintó para la Hermandad de Ntro Padre Jesus del Silencio y Ntra Sra de la Amargura en el año de MCMXVII». Como dato curioso, es de mencionar que en la bibliografía consultada menciona que el manto que luce la Virgen en este retablo es «el manto azul» que bordó Juan Manuel Rodríguez Ojeda en 1905 y que en 1926 vendió a la Hermandad del Desconsuelo de Jeréz de la Frontera; en la fotografía (mas arriba) ni el manto, ni la saya parecen azules, sino de color guinda. Hay que mencionar que la saya que bordara Juan Manuel Rodríguez Ojeda en 1904 era de terciopelo de color granate con bordados en oro, y que luego en 1969, Carrasquilla la pasó a nuevo terciopelo, esta vez de color azul; …y como se puede ver tanto el manto como la saya son del mismo color. La corona que lleva la Virgen, la hermandad la conserva y la usa para camarín, aunque no tengo datos de la fecha o autor de la misma. Por otro lado, mencionar que ni la túnica, ni el mantolín de San Juan es el que bordara Ojeda en 1904.

También en el exterior del templo, se encuentra una placa de marmol recordatoria, puesta allí por los Señores de la Inquisición en 1794, en la que se relata la leyenda/milagro que da nombre a la plaza y a la iglesia.  La placa esta reproducida mas abajo, con la transcripción de la misma para una mas facil lectura.

La leyenda de San Juan de la Palma

En el Cementerio de esta Yglesia donde à
el presente està la Cruz, antiguamente estaba una Palma à el
pie de la cual estan enterradas muchas Personas, que en años
de Pestes se han sepultado alli, donde pasó el Milagro siguiente
En el Año 1537, quando hubo en Sevilla muchos Hereges, predi-
có en esta Yglesia un Frayle de la Orden de S. Franco el qu
al dixo, que nadie delinquiese contra la Fèe, por que las pa
redes tenian ojos y oidos: La noche siguiente en punto (?)
de las 12, un Hereje, que oyò este Sermon, haciendo burla,
de lo que el Predicador havia dicho, se llegó à la palma, y le
dixo: Palma, la Madre de Dios no quedó Virgen despues de el
parto. Otro dia por la mañana fuè à la Ynquisicion un Hombre ancia
no, y denunciò de este Hereje, à el qual prendieron los Se
ñores Ynquísidores, y le tomaron su confession, y negò, em-
biò la Ynquisicion en casa de el denunciador para que se reti-
ficase en su dicho, y iendo à buscarlo à su casa. dixo un Nieto
de el Denunciador, que el nombre, que buscaban era de su (?)
Abuelo, que havìa 80 años que estaba sepultado à el pie de la
Palma del cementerio de Sn. Juan, con lo qual bolvieron à la Yn-
quisicion y le dixeron à el Hereje, lo que pasaba, el qual dixo, qe
era Verdad, y que Dios havia permitido, que aquel Muerto se le-
vantase, para que se castigaran sus pecados. Los Señores
Ynquisidores lo penitenciaron.
Este Milagro mandaron poner los Señores Ynquisidores en esta Sta. Yga
con coyu orden se fixo aqui. Se copio s…..  el antiguo. Año de 1794

    Esta es una iglesia de tres naves con capillas laterales y un presbiterio ligeramente mas elevado sobre el  nivel del templo. A los pies de las capillas   laterales hay un pequeño coro. Estas naves se divien por pilares cuadrangulares que sujetan arcos de medio punto moldurados. La cubierta es de  madera, siendo en las laterales de colgadizo y en la central de artesa con tirantes. Alrededor del templo y los pilares hay un paramento de azulejería trianera.

Obras Artísticas:

Descripción de las distintas capillas, altares y otras obras artísticas, siguiendo la planta del edificio a la derecha, que corresponde a la nave de la Epístola (1) y los números en ella expuestos.

A los pies de la nave hay un organo barroco de pequeño tamaño, y a lo largo de la nave se encuentran varios cuadros: una Virgen con niño copia de Murillo, varios cuadros de apóstoles que datan de finales del XVII, una Virgen velando al niño de la escuela sevillana del XVIII, un cuadro de la Divina Pastora del XVIII, uno de las lágrimas de San Pedro copia de Rivera, una Magdalena penitente del XVII, un San Jorge del XVI atribuido a Hernando de Esturmio y una copia del cuadro de Murillo de la Visión de San Antonio. También sobre pedestales se hayan una escultura de San Juan Bautista de finales del XVII y un Sagrado Corazón moderno.
A este lado de la iglesia también se encuentra el Retablo de Nuestra Señora de Montemayor. Este retablo del XX, sin mas interés artístico, alberga la imágen que realizara Francisco Buiza en 1956, suponemos, fecha también del retablo. La Virgen de Montemayor es una reproducción de la virgen del mismo nombre que es patrona de Moguer, Huelva. Esta virgen onubense, es al mismo tiempo la reproducción realizada por Sebastián Santos en 1937 tras la perdida de la imagen original durante la Guerra Civil. Se da la curiosa anecdota que el discipulo (Buiza) reprodujo la imagen del maestro (Santos). La imagen de la Virgen de Montemayor mide 120 cm. es de madera policromada y es imagen de candelero para vestir. Fue encargada a Francisco Buiza el 10 de Junio de 1956 por D. Manuel Alcalá de los Reyes, Hermano Mayor, y D. José Llobel Flores, Secretario en nombre de la Junta rectora de la Real Hermandad Sevillana de la Santísima Virgen de Montemayor, costando la imagen 30.000 ptas, y terminado la imágen en tan solo 21 días, ya que el encargo se concluyó el 31 de Junio de ese mismo año.

Ver mas abajo información sobre la hermandad de Nuestra Señora de Montemayor.

Continuando con el recorrido del templo nos encontramos con la capilla de Nuestra Señora de la Cabeza (5), capilla que es propiedad de la Hermandad Filial de la Patrona de Andujar, en donde se encuentra una reproducción de la patrona iliturgitana realizada por Fernando Cruz (1931?), obra que fue remodelada por Manuel Cerquera y restaurada posteriormente por Buiza. El retablo de esta capilla es neobarroco y en el aparecen pinturas con escenas del Santuario de la Virgen de la Cabeza y de la aparición de la Virgen al pastor Juan Alonso de Rivas.

     A continuación esta la Capilla de Santa Cristina (6) que tiene un retablo de finales del XVII. La imagen central de la santa es moderna, y a los lados tiene esculturas de San José y San Antonio del siglo XVIII. También en la capilla hay sobre una repisa una escultura de San Juan Nepomuceno del XVIII.

Siguiendo con la nave de la Epístola, y colateral al altar mayor en la cabecera de esta nave, se encuentra el retablo de Santa Angela de la Cruz (7), cotitular de la hermandad. Este retablo del segundo cuarto del XVIII tiene en su hornacina central la escultura de la santa tallada por el imaginero Gabriel Cuadrado en 1991 (ver la sección de los titulares para mas información).  La hermandad en la zona de la predela, en una especie de vitrina, se ha colocado una reliquia de la santa.

Hay un elemento que en la Bibliografía consultada es contradictorio; por un lado tenemos algunos autores que mencionan que en el ático de este retablo de Santa Angela hay una escultura se San José del siglo XVIII, mientras que otros que no mencionan este detalle hablan de un retablo de San José del XVIII con una imagen del dicho santo en la hornacina central. Los autores que hablan de este retablo de San José, unos lo situan en esta nave de la Epistola, y otros en una capilla separada al lado del presbiterio, cuya bóveda de esta capilla tiene pinturas murales del XVIII (que podría ser la capilla sacramental).

A continuación nos encontramos con el presbiterio de la iglesia en donde se haya el altar mayor. El presbiterio, o Capilla Mayor, sufrió grandes restauraciones en los siglos XVII y XVIII, y perteneció por su patronato al linaje de los Maldonados, cuyos escudos junto al de los Saavedra y otros linajes sevillanos se ven en las pechinas, donde hay imagenes en relieve de los cuatro evangelistas dentro de ricas molduras barrocas, datando estas obras de principios del XVIII. El retablo actual procede de la iglesia de San Felipe de Carmona2, realizado por Francisco González Guisado en el 1777, y al ponerlo en su nueva ubicación hubo de ser ampliado, restaurado y dorado, labor que hizo Francisco Ruiz Rodríguez en 1960. En la bibliografía consultada menciona que el retablo anterior se encuentra hoy en día en la cercana localidad de San Juan de Aznalfarache. Efectivamente en la iglesia de los Sagrados Corazones, que perteneció a la Orden tercera de los Franciscanos, y que estaba dedicada a San Juan Bautista, hay un retablo que perteneció a San Juan de la Palma; pero según el informe de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía de la restauración de las pinturas de este retablo, dice que en 1710, pasó a la iglesia del convento de San Antón, de frailes franciscanos menores, de San Juan de Aznalfarache (actual parroquia de los Sagrados Corazones).

El actual retablo de la capilla mayor consta de banco, dos cuerpos y ático; teniendo el primer cuerpo tres calles, estando el segundo separado por una cornisa que está sustentada por pilastras. En la hornacina/camarín central sobre el banco del retablo, se encuentra la imagen titular de María Santísima de la Amargura acompañada por San Juan. Junto a estas imágenes, en las calles laterales del retablo se hayan dos esculturas, una representa al niño Jesús en actitud de bendecir, obra de Francisco Dionisio de Rivas, 1644, y la otra representa a un San Juan Bautista niño del taller de los Rivas. El niño Jesus estuvo en el altar del sagrario antes de ser puesto en el altar mayor. En el centro del segundo cuerpo del retablo hay una escultura de pequeño tamaño de San Juan Bautista, que probablemente date del siglo XVIII; enmarca esta imagen dos relieves de Santa Ana y San Joaquín. Culminando el retablo, en su ático nos encontramos con una representación de la Anunciación.

A ambos lados del presbiterio dos angeles lampareros

También se encuentran dos cuadros, uno a cada lado, representando una Apoteosis de la Inmaculada, del XVIII y unos Funerales de la Virgen del XVII. A la izquierda del presbiterio, hay una pintura mural conmemorativa del Papa Pio XII, que reza «Pius PP XII qui canonicam coronationem concessit MCMLIV»; frente por frente a esta pintura hay una ventana con una vidriera con el escudo de la hermandad.

Pasando ahora a la nave del Evangelio (2), en la cabecera de la nave, se haya el retablo del segundo cuarto del XVIII de la Virgen de la Antigua (8), copia de la virgen de igual advocación de la Catedral de Sevilla. En la parte inferior del retablo hay una hornacina con una escultura del Bautista, y en el ático una escultura moderna (tipo serie) de la Milagrosa, que Juan Martínez Alcalde en su Sevilla Mariana califica de estilo «sansulpiciano, almibarado e indigesto».
En la citada nave se encuentran los siguiente cuadros: Degollación de San Juan, del XVII, una Anunciación copia de Rubens, un Ecce Homo copia de Murillo, Estigmación de San Francisco, de la escuela sevillana del XVIII, la Adoración de los Magos, copia de Rubens, una Virgen de Guadalupe de principios del XVIII, una inmaculada y  un San Francisco Javier resucitando a un muerto. También sobre repisas hay dos esculturas modernas de San Antonio y San Francisco Javier.

Siguiendo el recorrer de la nave hacia los pies de la misma, se encuentra la Capilla Sacramental (9). Haciendo un poco de historia de esta capilla, diremos que era propiedad de Dª Francisca de Fuentes Guzmán Lugo, marquesa de Fuentes, que otorgó escritura en Madrid el 21 de Agosto de 1.691, para que se diere culto al Santísimo Sacramento. Esta capilla que tiene planta rectangular, en verdad es el fruto de la unión de dos capillas. Para alargar dicha capilla, se unió a ella otra perteneciente al Mayorazgo que fundó Ponce de León. En el año 1766, Benito de Hita y Castillo, Mayordomo de la Hermandad Sacramental, firmó la escritura de cesión de la capilla de los Ponce de León, unida a la de los Marqueses, a la referida Hermandad.
El acceso a la capilla es a través de  dos puertas, y entre ambas hay un retablo del XVII con una pintura de Andrés Pérez (1669-1727) de las Animas del Purgatorio. Este lienzo fue dañado en 1936, cuando las hordas enfurecidas revolucionarias entraron en San Juan de la Palma y arrasaron con todo lo que pudieron. El cuadro hubo de ser restaurado luego. Mas abajo una imagen del cuadro de las animas que muestran los daños ocasionados en el mismo.

La Capilla Sacramental es de planta rectangular dividida en dos tramos, estando en ella uno de los pocos elementos originales del primitivo edificio árabe en la cubierta de la misma. El primer tramo de la capilla presenta una bóveda mudejar, mientras que en el segundo hay una cúpula sobre trompas ochavadas, decorada con pinturas del XVIII de los Evangelistas y una variedad de santos relacionados con temas eucarísticos.

Frescos de la cúpula de la capilla Sacramental: Santo Tomas de Aquino, San Marcos,  Santa Clara, San Lucas, San Juan de Rivera, San Juan Evangelista, Sta M. Micaela del Stmo. Sacramento, San Mateo

      En el altar mayor de esta capilla se venera la imagen de Nuestro Padre Jesús del Silencio en el Desprecio de Herodes (para mas información sobre esta imagen mirar la sección de los titulatres), esta imagen pasó de la Capilla de los Esquiveles a este lugar en 1904, cuando la hermandad de la Amargura se fusionó con la Sacramental de San Juan de la Palma. A los lados de este retablo hay unas imágenes de escultura del XVIII de San Joaquín y Santa Ana.

En esta Capilla también se encuentra un retablo de la Inmaculada, de estilo neobarroco en el que en una hornacina rectangular reposa la imagen de la virgen, a cuyos lados hay unas columnas con capiteles corintios, en cuya parte inferior de l fuste de las columnas estan ricamente decorados, estas columnas sostienen un entablamento en el que descansa un medallón ornamentado con un altorelieve del arcangel San Miguel. La talla de la Virgen, en su origen era una figura (anónima) de medio relieve que formaba la parte alta del retablo mayor que había en la iglesia, y que en 1960, al desmontarse ese retablo para colocar el nuevo que ahora alberga la Virgen de la Amargura, fue reformada por Francisco Buiza comvirtiendola en una imagen de bulto redondo, datando de esa época la actual policromía. Buiza le añadió la peana con las cinco cabezas de angelotes, y por detras, en el manto tiene grabado el escudo de la Hermandad de la Amargura. Como detalle curioso, ha presidido en varias ocasiones el Altar del Corpus que la hermandad instalaba en la calle Francos.

En la Capilla Sacramental también se haya un cuadro que representa una Apoteosis Eucarística datado a finales del XVII del circulo de Herrera el Mozo, también es destacable un cuadro de la Recogida del Maná (ca.1700) de Lucas Valdés; un San Jerónimo Penitente del XVII, una Ultima Cena de finales del XVII, y una pintura de la Virgen de los Reyes.

Continuando el recorrido por la nave del Evangelio, llegamos a los pies de la iglesia, donde se haya la Capilla de los Esquiveles (4), donde la Hermandad de la Amargura se trasladó en 1724. Esta Capillla de Esquivel, fue cedida a la Hermandad por D. Francisco de Esquivel Medina y Barba, el propietario en ese momento como descendiente de D. Alonso Esquivel, Comendador de Castilleja en la Orden de Santiago, que la funda en 1512.
Esta capilla, sobre la cual está construida la torre, es otro de los lugares donde se conservan restos árabes. En las Parroquias de Sevilla, de Santiago Montoto (1981), menciona que la capilla estaba convertida en esas fechas en sala de juntas de la hermandad… de esto hace mas de 28 años, y  la hermandad continua dandole este uso a la citada capilla.

La torre de la iglesia que se levanta sobre la Capilla de Esquivel, presenta dos cuerpos diferenciados; una inferior con restos del antiguo alminar de la mezquita, en el que esta el cuerpo de campanas, y el superior (la espadaña) que es del XVIII. El cuerpo de campanas tiene vanos formados por arcos de medio punto en el cual estan las campanas, y cuyos antepechos son balconcillos de forja. Esta zona tiene una decoración de azulejería. La espadaña, que según un azulejo que en ella se haya se construyó en 1788, presenta un solo vano culminado por una cruz de forja con floreros cerámicos a los lados.

En la iglesia también se encuentran una serie de lápidas en los muros de ella.

2.-  En las reglas de la hermandad, en su breve reseña histórica del templo menciona que el retablo proviene de la iglesia de San Felipe de Carmona, y se puso en la iglesia en 1960,    La hermandad también posee unos cuantos tesoros de orfebraría para el culto divino; unas crismeras de finales del XVI, un ostensorio neoclásico que lleva el punzón de Palomino y. Zuloaga, un copón rococó de 1824, y un cáliz de plata liso de 1889.

Entre la Capilla de Esquivel y la Capilla Sacramental hay una puerta que conducen a una escalera que sube a un piso superior dónde nos encontramos con una amplia habitación con varias vitrinas que guardan los enseres de valor de la hermandad. Destacar una Virgen de los Reyes sobre una peana que es la original de la cual se obtuvo una copia (sin peana) que se regaló al Rey Don Juan Carlos cuando hizo su primera Comunión. También la corona de la Virgen de la Amargura que fue la primera dolorosa de Sevilla que fue coronada canonicamente por el Cardenal Segura en 1954.

1956-Presente: Hermandad de Nuestra Señora de Montemayor.

     Esta Hermandad se funda en esta iglesia en 1956 bajo el liderazgo de D. Manuel Alcalá de los Reyes, que fuera Hermano Mayor de la misma, junto al entusiasmo y devoción de un grupo de moguereños; siendo la primera hermandad filial de la Hermandad Matriz de Moguer.

Esta hermandad no sale en procesión, aunque como procesión extaordinaria salió el 29 de Mayo del 2002 para participar en la festividad del Corpus Christi, presidiendo el altar del Corpus que instalan colectivamente las Hermandades de Gloria. Para tal evento, la hermandad matriz de Moguer le prestó el paso de su Virgen, luciendo la Virgen el antiguo manto y la ráfaga que la moguereña usara antes de su coronación canónica en 1991. La Virgen regreso a su templo al día siguiente. La Hermandad celebra cultos en Mayo y el 8 de Septiembre, festividad de la Virgen de Montemayor; y acude el segundo domingo del mes de mayo a la Romeria de Montemayor que se celebra en los pinares donde se halla la ermita de la Virgen (a unos 2 km. de Moguer), particpando en los ditinmtos actos y procesión. Además de la hermandad sevillana, tambien acuden las otras hermandades filiares de Huelva, Punta Umbría, Madrid, Villamanrique de la Condesa, Arahal, Asociación Pro- Hermandad de Lucena del Puerto y la Agrupación Pro-Hermandad de Campofrío-La Dehesa de Riotinto.

Para ver mas fotografías de la Iglesia pincha aquí

 

Convento de San Leandro (Sevilla)

Taller "Conocer Sevilla"
Fecha de la visita: 28-04-2010
 

El convento de San Leandro de la orden de Agustinas Ermitañas se funda en 1295. Su primer emplazamiento estuvo en el sitio conocido como "Degolladero de los Cristianos". El lugar se encontraba a extramuros de la ciudad, junto a la Puerta de Córdoba, en lo que es la actual ronda de Capuchinos. 

Se instalaron en 1369 en una de las casas que cediera el Rey Pedro I.

En las últimas décadas del siglo XVI se concluyo la construcción de la actual iglesia y durante el siglo XVIII se realizan otras que afectaron mas a las dependencias de carácter doméstico.

Su actual emplazamiento se halla muy cerca de la Plaza de San Leandro, donde se encuentra la nómada y popular Pila del Pato, cantada por sevillanas por el  recordado Paco Palacios "El Pali""en la Pila del Pato mi arma te he conocio …"

El templo es obra de Juan de Oviedo 

    El interior de la iglesia presenta nave única cubierta con bóveda de cañón con lunetos, apareciendo en la capilla mayor una bóveda semiesférica con yeserías geométricas.

Las portadas son de estilo clasicista con sobrias pilastras. Coro alto y bajo a los píes, este último, con bóveda de cañón decorada con yeserías del siglo XVI. De entre las muchas obras de interés que alberga esta estancia destacamos el retablo de la Virgen de la Granada, presidido por una imagen mariana cercana al estilo de Jerónimo Hernández.

   El retablo mayor es barroco, obra de Pedro Duque Cornejo y Felipe Fernández del Castillo, realizado en la mitad del siglo XVIII (entre 1745 y 1748) presentando dos cuerpos, un ático y tres calles flanqueadas por estípites.

En las calles laterales del primer cuerpo figuran las esculturas de Santa Barbara y Santa Teresa (siglo XVIII) mientras que en la hornacina principal figura un Sagrado Corazón de Jesús moderno.

   El segundo cuerpo del retablo está presidido por una escultura de San Leandro del siglo XVIIIK y en el ático aparece san Agustín ante Cristo y la Virgen y sobre ellos el Padre Eterno

   En las calles laterales de este segundo cuerpo del retablo y en las del ático aparecen seis relieves aprovechados del antiguo retablo de la iglesia, realizado por Jerónimo Hernández en 1583. Representan el Bautismo de Cristo, la Flagelación, la Adoración de los Reyes, la Asunción de la Virgen, la Oración del Huerto y San Agustín.

Ahora pongase de espalda al altar y contemplaremos los diferentes retablos y esculturas que veremos en nuestro recorrido

A la izquierda tenemos junto a la verja del coro un retablo neoclásico del siglo XIX obra de José Mestre  contando dentro de la hornacina con la figura de candelero de Santa Rita de Casia abogada de lo imposible. En el banco se encuentra una pintura de la Virgen entregando el cíngulo a Santa Mónica.

Frente por frente al altar anterior tenemos este retablo dedicado a San Agustin . Obra de Francisco de Ribas de 1650, San Agustin aparece  flanqueado por Santo Tomas de Villanueva y San Nicolas de Tolentino .- 

Los siguientes retablos son obra nada mas y nada menos que del mismisimo  Juan Martinez Montañes . En la fotografia de la izquierda aparece el relieve  central del retablo fechado en 1621 y representa a San Juan el Bautista sobre el que está situada la cabeza degollada del Santo, obras ambas de Montañés. El resto de las esculturas del retablo que representan a la Virgen San José y Santa Isabel y Zacarías y el relieve del Bautismo de Cristo son obras de taller.

Frente por frente otro retablo tambien obra de Martinez Montanes posterior al anterior de 1632 y con un relieve de San Juan Evangelista en Patmos. Acompañan las efigies de Santiago el Mayor, Santiago el Menor y un relieve con el Martirio de San Juan Evangelista, todas obras de Francisco de Ocampo, habitual colaborador del maestro alcalareño

Tras el cancel de la iglesia, magnifica obra fechada en 1729, se dispone un retablo barroco del segundo cuarto del siglo XVIII que representa una escultura de la Virgen María y el Niño Jesús de candelero fechable en el siglo XIX. Las restantes esculturas son del mismo momento que el retablo y representan a San Antonio de Padua, San Fernando y Jesús Nazareno.

Famosas las monjas por la acertada elaboración de dulces, son conocidas en Sevilla por sus deliciosas "Yemas de San Leandro", que deleitan el paladar de sevillanos y foráneos

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